Queridas protectoras

Queridas protectores, voluntarias de la madre naturaleza, hoy vengo a deciros una cosa; Gracias. Gracias por estar ahí, día y noche, llueva o haga frío, estando a 45 grados a la sombra; GRACIAS con mayúsculas por luchar cada día de vuestra vida por un fin que según la gente no os corresponde, claro que os corresponde, os corresponde a vosotras y al resto de seres humano, gracias por cuidar vosotros de nuestros hermanos animales.
No todo el mundo entiende lo que una protectora o un refugio de animales hace por el mundo y es preciso que todo el mundo conozca de la gran labor que personas anónimas sin ganar dinero con ello hacen diariamente.



Denuncian injusticias, rescatan perros abandonados, los curan, los cuidan les buscan un hogar, corriendo con todos los gastos ya que la gran mayoría del refugios y protectoras de animales no tienen la suerte de contar con subvenciones ni ayudas por parte del estado. Incluso hay veces que se juegan su propia vida al intentar rescatar a esos pobre animales maltratados por otras personas como nosotros, aquellos que se hacen llamar < gente civilizada>, gente civilizada es aquella que lucha por sus semejantes, incluidos todos nuestros hermanos animales y digo hermanos porque tengo que recordar que el ser humano también es un animal, un animal capaz de lo mejor y a la vez de lo peor. Un perro nunca apalearía a otro perro, o lo dejaría morir de hambre, no lo tiraría a un pozo por el simple echo de no servir para la caza, nosotros que presumimos de inteligencia somos incapaces de darnos cuenta de que debemos, tenemos la obligación como animales de respetar al resto de criaturas vivas que habitan con nosotros y aún mas cuando se trata de animales como los perros que dan tanto por nosotros.

Me enorgullezco de todas esas personas que trabajan con 40 grados de fiebre porque un perro tenga algo que llevarse a la boca, todo desinteresadamente y me enorgullezco de ser de esos que colaboran con el poco tiempo libre que tienen con protectoras ( refugio naciendo un sol ).
Hacerme voluntario me ha echo ver la vida desde otro punto de vista, me ha enseñado que no todo se basa en el dinero, en tener un coche bonito o tener ropa de marca, he aprendido a valorar a las personas que merecen ser valoradas y sobre todo he aprendido a entender mucho mejor a los perros.

Viendo el trabajo que diariamente se hace en un refugio me he dado cuenta de que todo lo que pensaba que tenía importancia en la vida tiene mucha menos de lo que pensaba, se puede ser extremadamente feliz viendo como un cachorro te recompensa con su cariño, cuando no se separa de ti ni un momento por el echo de que tu le has dado una segunda oportunidad.
Me gustaría y ojalá, todo el mundo por lo menos alguna vez en su vida se pasase por un refugio o una protectora de animales y pasase una semana de voluntario, me apuesto lo que queráis que el 80 % de vosotros volvéis seguro.
Y es por eso que hoy quiero decir GRACIAS de todo corazón por hacer la vida un poco más bonita, por enseñarnos a evadirnos del capitalismo y valorar lo que realmente importa; la vida