Pasó su infancia como cualquier otro chico, jugando al fútbol, no se le daba mal la verdad, tenia muchos amigos, digamos que era un niño feliz. Pero todo cambió el día en el que sus padres decidieron divorciarse, el divorcio de sus padres obligo a aquel niño que hasta el momento había tenido una niñez feliz a mudarse a miles de kilómetros de distancia y dar un giro a su vida de 360 grados con tan solo 12 años. A esa temprana edad se vio solo en una ciudad nueva, sin conocer a nadie, tardó mucho en hacer sus primeros amigos pero nunca llegó a aclimatarse a aquel nuevo lugar. Entonces descubrió a quienes serian sus mejores amigos, los perros, el chico se dio cuenta de que con los perros no tenía que mostrarse como realmente no era, se dio cuenta de que ellos no lo juzgaban ni por su forma de ser ni por su ropa ni por el dinero que tenían sus padres, sus amigos caninos no miraban de que estatus social era, ni si se le daban bien los estudios, ellos no juzgaban si estrenaba ropa todas las semanas o si tenia muchos amigos con los que salir el fin de semana.Poco a poco se fue desplazando mas de la raza humana y acercándose mas a la raza canina, con ellos el era feliz, sus notas en la escuela empeoraron hasta el punto en el que dejó de estudiar, no porque no quisiese estudiar, sino porque no encontraba la motivación necesaria, no se sentía a gusto en la escuela.
El tiempo fue pasando y mientras se separaba aún más de su raza, se iba ganando mucho de los motes que tuvo que soportar, el niño perro, el loco de los perros... motes que no le gustaban para nada pero con los que tenía que convivir día tras día.
Empezó a trabajar y a ganar sus primeros euros en el mundo laboral, pero el seguía sin encontrar su sitio, seguía sin encontrarse agusto en ningún sitio, el único lugar donde el se encontraba agusto era en el único lugar donde siempre lo había estado, rodeado de perros.
Poco a poco empezó a estudiarlos, empezó a comprenderos y empezó a intentar ayudarlos. Comenzó a interesarse por aquellos perros abandonados, aquellos a los que la gente sin escrúpulos maltrataban en la calle sin que nadie moviese un dedo por ayudar a esos pobres animales, no sería la única vez que recibiría una paliza por defender a un perro al que estaban maltratando.Mientras su fama y sus motes crecía, el poco a poco encontraba su lugar en el mundo, encontraba una meta a la que llegar.
Empezaba a comprender las necesidades de los perros, como satisfacerlas y como tener una relación plena y saludable con ellos.
Comenzó a darse cuenta de los fallos que cometen los dueños con sus mascotas,como las pasean, como las tratan en la calle, como los socializan... poco a poco se dio cuenta de que la gran mayoría de dueños de este país están realmente equivocados respecto a la educación de sus mascotas y se propuso ayudarlos.
Hoy en día ese chico se ha echo mayor y puede mirar bien alto, hoy en día ese chico , aquel loco de los perros puede decir que está cumpliendo su sueño y que se puede ganar la vida haciendo lo que realmente le gusta, haciendo algo por aquellos que no pueden defenderse, aquellos incomprendidos a quienes los humanos no queremos escuchar.Hoy en día a ese chico ya no le importan los motes o las críticas, ya no le importa que se rían de el ni las burlas.
Cada día se gana el respeto de alguien mas por su lucha incansable por defender a los animales.Cada día consigue que alguien más se conciencie y aprenda a respetar a los animales como ellos nos respetan a nosotros.
Cada día se levanta por las mañanas y trabajaba incansablemente, no deja de estudiar para poder seguir aprendiendo a seguir ayudando a sus mejores amigos.
Algún día podre decir que tengo mi propio centro de educación canina pero hoy en día puedo decir, que me dedico a educar y modificar las conductas erróneas de aquellos perros a los que sus dueños no han sabido educar.
Y eso me hace feliz.
Gracias David
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